martes, 25 de enero de 2011

Discurso institucional leído el domingo 23 en la Fiesta de la Palmera

Ya son 60 años, que vengan muchos más… Esto que cantan los chicos, acá, en la palmera, es un legado y es un mandato.
Un legado que marca tradición y un mandato que marca continuidad. Legado y mandato ideológicos, de compromiso.
En 60 años hemos aprendido mucho, hemos aprendido que tenemos pocas certezas y muchos desafíos.
Entre certezas y desafíos, sabemos que estamos en Sholem Buenos Aires, institución judeo progresista que concentra un conjunto de actividades educativas, deportivas, culturales, sociales en crecimiento y que desde ellas aspira a ser un centro de atracción para la comunidad y todos aquellos que elijan acompañarnos en nuestra propuesta ideológica.
Sabemos que lo hecho y lo por hacer es una construcción colectiva, de muchos y muchas, de trabajadores, de activistas, de profesionales, de familias que confían en los proyectos. Por eso, además de agradecer a todos sus aportes y dedicación, queremos dedicar un momento para recordar a Patri, quien junto a Lito se ha ocupado por años del cuidado de esta colonia. La queremos recordar con un aplauso como forma de convocarla una vez más aquí como tantas veces.
Sabemos de la alegría cada vez que una familia, un trabajador, un amigo se acerca a la institución y elige recorrer con nosotros el camino de alguna de las propuestas institucionales y sabemos del sentido que tiene cada partida, cada despedida, que podemos pensar como otra forma de encontrarnos. Hoy despedimos de sus cargos de directores a Arito y a Edgardo. Ambos eligieron trabajar con nosotros, aquí crecieron y hoy eligen otros caminos. Como entonces, también ahora estaremos cerca.
Sabemos que tenemos el privilegio de pertenecer a una institución que en sus 61 años, tal como lo recuerda la carta que recibimos de Daniel Silber, Presidente del ICUF, nunca discontinuó sus actividades. Ni los quiebres políticos, no los quiebres económicos pudieron con el empecinamiento de activistas que mantuvieron con firmeza convicciones y acciones. Y aquí estamos, en esta preciosa colonia, que es preciosa, pero que necesita mucho más. Hoy como ayer están esos silenciosos y abnegados activistas que hacen lo que muchas veces no se ve, se ocupan de todo aquello que hace a la infraestructura, al mantenimiento, a la seguridad, garantizan esa continuidad y la cotidianeidad.
Pero sabemos que falta mucho y estamos remontando años de crisis, de dificultades. Por eso, al amparo de los festejos por los 60 años de la colonia y pensando en necesidades y en continuidad hemos lanzado la Asociación de Amigos de Zumerland que tendrá por único objetivo y en forma autónoma su puesta en valor. Seguramente muchos de ustedes ya habrán sido visitados – o lo serán - por activistas que los habrán convocado a sumarse con aportes económicos. Les reiteramos el pedido, los invitamos a integrar el fondo.
Sabemos también que mientras estamos aquí, en otros lugares, no lejanos, chicas y muchachos de estas mismas edades están atravesados por las secuelas del paco, por embarazos no deseados, por la exclusión del sistema educativo, todos emergentes de la inequitativa distribución de riquezas. No queremos eso para nadie.
Sabemos que siguen sin esclarecerse los crímenes cometidos contra la AMIA y la Embajada de Israel. No dejaremos de reclamar por ello.
Sabemos lo que significó la dictadura militar y hemos destinado un sector de esta colonia para recordar a los compañeros desaparecidos que pasaron por las instituciones del ICUF al tiempo que esperamos la prisión común para los genocidas.
Sabemos con preocupación del proceso de derechización y avance del fundamentalismo religioso por el que está atravesando el Estado de Israel y quisiéramos que así no fuera.
Sabemos de estas y otras situaciones que nos plantean desafíos que también sabemos que no podremos afrontar solos, que necesitaremos de alianzas fuertes con otros sectores de la sociedad, este 2011 además, en el marco de un año electoral.
Sabemos que tenemos mucho por hacer, que cada cierre es una apertura, que despedimos un turno, una promoción del adolescentes, pero que al mismo tiempo estamos recibiendo otro turno y a la Escuela de Líderes. Que en pocas semanas estaremos reiniciando el año lectivo en el jardín y en la escuela, las actividades deportivas y culturales y que la tarea continúa para todos.
Queremos cerrar con un agradecimiento a todas y todos los que se suman al llamado de Sholem Buenos Aires, a las familias que aceptan la invitación y nos confían parte de la educación de sus hijos, a los profesionales, garantes de los proyectos, a los equipos de trabajo de administración, de maestranza.
Queremos reconocer la generosidad de Sergio Langer, al prestarnos a La Nelly, con quien hemos emprendido el proyecto de reciclado de residuos por el que desde hoy, a la colonia la limpiamos entre todos.
Queremos destacar el aporte realizado a través de becas, que han permitido que niños que de otro modo no lo hubieran podido hacer, participen de nuestras actividades. A la Promoción 66 que facilitó la presencia de 2 colonos en el 2º turno, a los anónimos activistas del ICUF que garantizaron la estadía de chicos de Córdoba y Santa Fe, y a la familia Pain que por sexto año consecutivo otorgó la beca Lerer Pepe.
Queremos finalmente retomar lo que decíamos al comienzo, cerrando esta temporada 61, con el legado que marca tradición y el mandato que marca continuidad. Legado y mandato ideológicos, de compromiso y de cara al futuro.
Ana Diamant, prosecretaria Sholem Buenos Aires